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El fenómeno Trump y el falso antisistema populista

El fenómeno trump tiene su caldo de cultivo en el populismo

El mundo gana. Aunque el historial de Biden no dé garantías de tener intenciones de equilibrar este mundo y tampoco ser un político de acciones que velen y defienda la justicia social, al lado de Trump es un angelito, entonces cualquier alternativa por conocer es mejor que el malo conocido.

El monstruo se ha quedado solo, hasta su doctor Frankenstein, el magnate de los medios de comunicación Rupert Murdoch, quien creó el engendro dando horas de televisión y risas a los disparates trumpistas en la Fox, publicó un editorial histórico donde cortaba con su “hijo putativo”, mientras este sigue lanzando su habitual sermón lleno de embustes y bulos, acusando de fraude, sin pruebas, a un proceso electoral institucional.
Todavía no sabemos cuál será su reacción llegado el momento de abandonar la Casa Blanca aunque de semejante personaje nada nos asombraría, lo cierto es que deja un país y un mundo más enfrentado si cabe.

Donald Trump, el personaje caricaturesco, se ha quedado sólo, pero el fenómeno Trump subyace y no está solo, lo siguen millones en este mundo de crisis en diferentes frentes vitales para la humanidad y se llama populismo.

Qué escenario deja el fenómeno Trump

El fenómeno Trump es un síntoma de problemas profundos, y no solo de los norteamericanos. A partir del 2008 que empezó la gran recesión, las circunstancias sociopolíticas y económicas del mundo están en un momento crucial. Desde el comercio mundial, a la globalización financiera, y al orden político mundial, transitan por una cuerda floja.

Durante los últimos años ha habido un incremento de partidos radicales antisistema, incluidos movimientos populistas, muchos próximos a la extrema derecha. El Brexit en el Reino Unido, Vox en España, El Frente Nacional en Francia, Alternativa por Alemania AfD, el Partido de la Libertad en Austria, Amaneces Dorado en Grecia, Jobbik en Hungría, Ley y Justicia en Polonia.

Estudios realizados por prestigiosos analistas sobre este creciente giro a la derecha a nivel mundial coinciden en que después de una crisis financiera fuerte el voto a la extrema derecha tienda a subir.

Fabricar el “fenómeno Trump” era una necesidad. Es así que aparece en el escenario político Donald Trump con su rabia fingida contra el stablishment, al que él mejor que nadie representa, recoge los votos de los más pobres, de los más desfavorecidos, de los que sufren más que nadie el abandono del sistema y que, incapaces de un análisis mínimamente racional, creen estar representados por esa rabia y esa agresividad. Su propuesta política se llama populismo, una propuesta que triunfa en tiempos de crisis. Tanto es así que lo han votado más de 60 millones de estadounidenses en estas elecciones. De modo que no será tan fácil influir en esa amplia masa de la población.

Los cambios más sustanciales que ha provocado la política de Trump en el mundo

Evitar el multilateralismo. Desde que asumió su mandato, Trump ha socavado la cooperación internacional. Apenas tres días después del inicio de su gobierno, retiró a Estados Unidos de la Asociación Transpacífica, un acuerdo comercial con naciones asiáticas. Posteriormente, retiró a su país de numerosos acuerdos y organismos internacionales, como el Consejo de Derechos Humanos de la ONU y el Acuerdo Climático de París.

Asimismo, las acciones de Estados Unidos han sido unilaterales y han ignorado el consenso internacional, como, por ejemplo, la decisión de reconocer formalmente a Jerusalén como capital de Israel, y la de reubicar la embajada de Estados Unidos esa ciudad.

Daño a las relaciones transatlánticas

El Fondo Carnegie para la Paz Internacional en febrero de 2020 realizó una evaluación sobre las relaciones transatlánticas entre Europa y Estados Unidos que surgió después de la Segunda Guerra Mundial y que representa valores compartidos, objetivos y enfoques globales. Luego de esta investigación la organización aseguró que bajo el gobierno de Trump la grieta en las relaciones UE y EE.UU. está resquebrajada no sólo en ideología “El antagonismo de Trump hacia el multilateralismo representa una diferencia filosófica entre Washington y las capitales europeas”.

Trump ha modificado activamente las relaciones transatlánticas. En repetidas oportunidades cuestionó el valor de alianzas como la OTAN, así como anunció un retiro punitivo de tropas estadounidenses de Alemania, promulgó aranceles comerciales contra la UE.

El peligro de la diplomacia vía Twitter

Antes de Trump no imaginábamos que un estadista podría hacer su política a través de las redes sociales. Trump y su administración han dado mensajes contradictorios en diferentes momentos y plataformas virtuales con respecto a la comunicación en política exterior, a menudo hilarante, y con una retórica belicosa.

Autócratas envalentonados

Otra consecuencia de los cuatro años de gobierno de Donald Trump es que los gobernantes autocráticos del mundo se han envalentonado. A pesar de que muchos ya estaban en el poder antes de Trump, el carácter de las relaciones del presidente estadounidense con ellos, que va desde la falta de crítica hasta la admiración, subraya una aprobación latente de su estilo de gobierno y revela falta de voluntad para abordar presuntas violaciones a los derechos humanos.

Un ejemplo de ello es la postura de Trump hacia Arabia Saudita tras el asesinato del periodista de The Washington Post, Jamal Khashoggi. En medio de crecientes evidencias de que los miembros más importantes de la familia real saudí estaban supuestamente involucrados, Trump expresó su apoyo al gobierno saudí y no sólo se negó a repudiarlo públicamente, sino que procuró que ese homicidio no afectara en lo más mínimo las estrechas relaciones comerciales y militares existentes entre Washington y Riyad.
Los cuatro años de mandato de Trump han supuesto una pesadilla fascista, machista, racista y antidemócrata y sobre todo su repugnante presencia.


Entonces, aunque habrá muchos que recuerden que Biden en su historial político carga una pesada mochila de pendientes hay que agradecer al par Joe Biden y Kamala Harris, dúo que ha sido fundamental para el éxito de la candidatura demócrata, que hayan echado a Donald Trump de la Casa Blanca.
El binomio democrático ya ha transmitido mensajes que suponen mucho más que un cambio de tono: empeño por desactivar la polarización social, refuerzo de la democracia, atención a la sanidad pública, medidas anti-covid19, compromiso feminista y contra el racismo, multilateralismo en el plano internacional, vuelta a la OMS y a la cumbre contra el cambio climático. Además, anunciaron que aplicarán una política más respetuosa con los derechos humanos que ponga fin a la separación de familias en la frontera. Les queda por abordar asuntos más espinosos para los estadounidenses como la pena de muerte, el aborto y la posesión de armas …Necesitarán más que una retórica unificadora para calmar ese populismo que ha crecido durante estos cuatro años de Trumpismo.

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